El coronavirus ha causados estragos en el mundo. Sin embargo, la verdadera pandemia del siglo XXI es la depresión. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad afecta a unos 300 millones de personas y es una de las principales causas de discapacidad. En el peor de los casos puede conducir al suicidio. Aprovechamos el Día Europeo de la Depresión (el primer jueves de octubre) para preguntarnos cómo luchar contra esta enfermedad.
¿Qué es la depresión?
La depresión es una enfermedad mental o trastorno psicológico frecuente y afecta a millones de personas en todo el mundo. Sus síntomas principales son un sentimiento de tristeza, melancolía o abatimiento constante y la pérdida de interés.
Sin embargo, la OMS aclara que "la depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana". De hecho, puede provocar padecimientos físicos y mentales, causar un gran sufrimiento e incluso alterar las actividades cotidianas. En los casos más graves puede llevar al suicidio.
Al contrario de lo que muchos suelen pensar, la depresión no tiene por qué derivarse de una situación complicada o de un gran dolor emocional y no todo el mundo exterioriza los síntomas de igual forma. Hay muchas causas, pudiendo influir factores biológicos, ambientales, genéticos y psicológicos, entre otros.
¿Cómo podemos luchar contra la depresión?
Lo primero que tenemos que tener claro es que no estamos solos en esta lucha. Y, lo segundo, que vamos a necesitar ayuda profesional.
Aunque ya existen tratamientos eficaces para luchar entra la depresión, más de la mitad de los afectados en todo el mundo no los recibe. El primer problema que se plantea es la falta de atención eficaz, que se deriva de unos recursos escasos, de la estigmatización de los trastornos mentales y de la dificultad para realizar un diagnóstico clínico correcto, así como una evaluación adecuada.
En España el problema es claro: la Seguridad Social actualmente no cubre la mayoría de las enfermedades mentales. Necesitamos que nuestros políticos cambien el chip y empiecen a considerar las enfermedades mentales como una prioridad sanitaria, pues son más reales de lo que creen. Especialmente aquellos que gritan insensateces del tipo "¡Vete al médico!". A pesar de que eso es lo que a los pacientes les gustaría, muchos carecen de los recursos necesarios o del impulso para ello.
Además, para luchar contra la depresión se necesita atención profesional. Los profesionales sanitarios pueden proporcionarnos tratamientos psicológicos o medicamentos antidepresivos, en caso de ser necesarios.
El problema es que, una vez que reconocemos que necesitamos ayuda, lo más probable es que nos toque buscarla a través de vías privadas. Y no suelen ser baratas. Pero si te has decidido a pedir ayuda y andas justo de dinero, recuerda que en AZLO puedes conseguir préstamos online de hasta 300 euros en menos de 15 minutos. Así podrás financiar tu primera consulta y evaluar si necesitas un tratamiento.
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