A finales de agosto, Netflix dejaba a todos sus suscriptores maravillados con el fantástico tráiler de Enola Holmes, la nueva y flamante película del popular servicio de vídeo bajo demanda. ¿Pero está la hermana adolescente de Sherlock Holmes a la altura de la espectativas?
Elemental, querido espectador
Enola Holmes nos lleva hasta una villa en el campo del Londres victoriano, donde la joven Enola (Millie Bobby Brown) vive con su madre (Helena Bonham-Carter), aparentemente aisladas del resto del mundo. Sin embargo, un día su madre desaparece y los hermanos de Enola, Mycroft (Sam Claflin) y Sherlock (Henry Cavill), acuden para hacerse cargo de ella. Pero la muchacha se negará en rotundo a aceptar los planes que tienen para ella. En su huida tendrá que echar mano de todas sus habilidades detectivescas para que sus hermanos no la encuentren, dar con el paradero de su madre y, al mismo tiempo, ayudar al joven marqués de Basilwether.
Y todo esto nos lo cuenta el director Harry Bradbeer, tras su magnífico trabajo en la magistral serie Fleabag. De hecho, recurre al mismo truco que en la serie de romper la cuarta pared una y otra vez, haciendo que la protagonista nos cuente sus pensamientos con mirada picarona. De esta forma, el espectador se convierte en un cómplice de las aventuras de Enola y en una suerte de doctor Watson, aunque el resultado está mucho mejor conseguido en Fleabag.
El futuro depende de nosotros
No obstante, la película es entretenida y divertida, aunque resulta excesivamente larga. Como suele ser habitual en los últimos tiempos, el tráiler nos ofrecía una caña que luego la cinta no nos da, dejándonos una sensación agridulce por lo que podría haber sido. Asimismo, las continuas patadas a la historia nos sacan una y otra vez de la trama.
Tampoco sus referencias feministas son el adalid de la sutileza, algo que llama la atención en una película ambientada en una época donde el feminismo era un lujo que raramente se podían dar las mujeres adineradas. Esa idea del feminismo de mujeres contra hombres (que se podría reducir a el bien contra el mal) ya cansa y es una lucha equivocada. El empoderamiento no es eso.
También chirría un poco que Sherlock haya dejado de ser el ser excéntrico que se disfraza de cualquier cosa y que Enola le ha robado ese rasgo tan suyo. Sin embargo, los escasos (demasiado escasos) minutos dedicados a Henry Cavill son gloria pura y todo un deleite para aquellos que esperan con ansia la segunda temporada de la serie The Witcher.
Más allá de eso, la actriz de Stranger Things nos deleita con un montón de aventuras, acción y una investigación un tanto anodina, pero con un bello mensaje de fondo. Además, la ambientación es fantástica, mientras que la verborrea y el descaro de la hermana adolescente de Sherlock Holmes resulta tan refrescante como estimulante, componiendo una película muy divertida, ideal para pasar otro finde más (confinados en casa) en familia. Y parece ser la primera de muchas, aunque con la guadaña que se ha sacado Netflix los últimos meses, cualquiera sabe.
Enola Holmes: Otro Sherlock más para la colección
En los últimos años, el personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle ha ganado un nuevo protagonismo. Alejándose ya del personaje interpretado por el actor Basil Rathbone y que tan poco tenía que ver con el de los libros, Robert Downey Jr. le dio una nueva vida en las dos películas dirigidas por Guy Ritchie en 2009 y 2011.
Y aunque el personaje de nuestro querido Iron Man es muy similar al de las páginas de las novelas, ha sido el británico Benedict Cumberbatch quien ha cosechado una impresionante (y merecida) legión de fans con una visión modernizada de las aventuras del detective. Las cuatro temporadas de Sherlock, la serie producida por la BBC Wales, son una genialidad de principio a fin. No hay ni un solo capítulo malo, no hay ni uno que sobre. Solo nos queda esperar que, más pronto que tarde, nos llegue su quinta temporada. Pero esa es otra historia y será contada en otra ocasión. ¡El juego está en marcha!