La vida y nuestras costumbres cambian a un ritmo frenético. Hace solo unos años llevar un teléfono móvil era cosa de ciencia ficción, y hoy no sabemos vivir sin ellos. Del mismo modo, las nuevas circunstancias y los modelos modernos de familia han hecho que las formas de convivencia hayan cambiado en los últimos años. Tras la implantación del coworking llega el coliving. ¿Pero qué es el coliving y cuáles son sus principales claves?
El coliving, la vivienda en comunidad
El coworking cambió el panorama laboral en todo el mundo, permitiendo que varias empresas compartieran instalaciones para ahorrar costes y, en algunas ocasiones, incluso compartir ideas. Ahora este planteamiento se ha llevado un poco más allá, llegando al mercado de la vivienda.
El coliving es una nueva forma de convivir en salas de trabajo (individuales o compartidas) donde se integran habitaciones, baños, cocinas y espacios de ocio. De esta forma, se combina la vida personal y la social en un mismo lugar. Así se potencian las experiencias por encima de la posesión de una propiedad, algo que, según los medios, prefieren las nuevas generaciones.
El origen del coliving se encuentra en Silicon Valley. A medida que más y más jóvenes llegaban a San Francisco dispuestos a trabajar y socializar se iba produciendo una escasez en el mercado de la vivienda. La respuesta fue el surgimiento de edificios donde los inquilinos compartían las zonas comunes y también sus aficiones, proporcionando un estilo de vida en comunidad más sociable. En este sentido, el coliving se configura como una evolución de las residencias de estudiantes, alejándose de los modelos de la familia tradicional.
Las claves del coliving
Por lo tanto, el coliving se erige como una extensión del coworking, proporcionando una vivienda en la que generalmente se reúnen profesionales de un mismo sector que pueden compartir su vida e intercambiar experiencias laborales, sociales y vitales. Para algunos se trata de un modelo de convivencia revolucionario que encaja con las preferencias de los millennials, quienes (aparentemente) valoran más las experiencias que las posesiones materiales. Una afirmación que está lejos de la realidad, al menos en la sociedad española.
No obstante, el coliving aporta evidentes ventajas con este innovador modelo de convivencia en comunidad. Estos nuevos "compañeros de piso" pueden interactuar con los demás en las zonas comunes, que son tan variadas como una sala de juegos, una biblioteca o un pequeño cine.
Por otro lado, hay quien señala que este modelo de convivencia funciona como un laboratorio de ideas para jóvenes emprendedores, aprovechando el auge del teletrabajo. Estos se unen para desarrollar proyectos en tiempo récord gracias a la fusión entre el espacio de trabajo y en lugar donde desarrollan su vida privada.
¿Llegará a España?
El coliving es una industria al alza, y en Escandinavia se está imponiendo con fuerza en todos los rangos de edad. Por ejemplo, en Suecia se está incentivando este modelo de convivencia en grupos de personas que van desde los 18 a los 70 años. Así se comparte el valor que aporta la experiencia y el dinamismo de varias generaciones que conviven juntas, al mismo tiempo que se produce un impacto positivo en la salud mental colectiva.
¿Pero qué hay de España? En efecto, el coliving ya ha llegado a nuestro país, pero aquí la implantación está siendo lenta. En España se enfrentan el arraigo de la tradición de poseer nuestro propio espacio con la libertad de compartir una vivienda temporal en casi cualquier parte del mundo.
Las zonas de playa, naturaleza y las grandes ciudades son los entornos más demandados por los usuarios del coliving en España. De hecho, Canarias es uno de sus lugares preferidos, ya que se puede combinar trabajo y playa en cualquier época del año.
De esta manera es posible pasar algunas semanas o unos meses en lugares donde no hubiéramos vivido jamás mientras trabajamos acompañados por otras personas que comparten nuestros intereses. En otras palabras, el coliving ofrece alternativas a las formas de arrendamiento residencial más tradicionales, pues está a medio camino entre el alquiler y el hostal.
Conocer a otras personas, hacer contactos, intercambiar experiencias y llevar un estilo de vida más sostenible son algunas de las principales ventajas de estos hogares temporales nos ofrecen. ¿Y tú? ¿Te animarías a probar el coliving? ¡Cuéntanoslo en nuestras redes sociales!