El próximo domingo 20 de febrero celebramos el Día Mundial de la Justicia Social, una jornada impulsada por la ONU con el objetivo de apoyar el trabajo de la comunidad internacional para erradicar la pobreza y promover la igualdad, el pleno empleo, el trabajo digno, el acceso al bienestar social y la justicia social. Para la ONU, el crecimiento económico solo tiene sentido si deriva en un bienestar real y sostenible para todos. ¿Pero qué es la justicia social y a qué retos nos enfrentamos para alcanzarla?
La justicia social, la justicia de todos
Piensa por un momento en tu infancia. Creciste con más o menos lujos, pero probablemente no te faltó de nada. Tuviste acceso a la educación pública, comida en la mesa y varios juguetes. Ahora hazte esta pregunta: ¿hubiera sido tu infancia igual si hubieras nacido en un país subdesarrollado? La respuesta es evidente: no. Pero no parece justo, ¿verdad?
La justicia social es un valor basado en la igualdad de oportunidades y en la aplicación de los derechos humanos. Por lo tanto, su significado va mucho más allá del concepto tradicional de justicia legal.
En la actualidad, la justicia social no deja de ser una utopía, aunque esta equidad es imprescindible para que cada persona pueda desarrollar su máximo potencial y para crear una sociedad en paz. De hecho, es uno de los compromisos de la Agenda 2030. Pero cuando las necesidades fundamentales de los individuos no se cubren surgen las inequidades, independientemente de que estemos en un país industrializado o en un país en desarrollo.
La clave es que la sociedad tiene la capacidad de evitar estas injusticias, ya que los problemas que provocan tienen su origen en las personas y en aquellos que miran hacia otro lado. Todo esto se manifiesta a través de tres vías principales: pobreza, discriminación y violencia o conflictos.
¿Qué puedo hacer yo?
Alcanzar la justicia social es posible, pero nos queda un largo camino por recorrer, tanto a nivel individual como en sociedad. Como individuos, algunas de las cosas que podemos hacer para favorecer la justicia social son:
- Educar a nuestros hijos para que sean conscientes de que las inequidades existen, incluso en sus propias vidas y en su entorno más cercano.
- Trabajar para superar sentimientos de culpabilidad, resentimiento o desaprobación con el objetivo de luchar activamente para promover la igual y la justicia a todos los niveles: local, nacional, internacional.
- Trabajar la empatía hacia las víctimas de las injusticias.
- Reconocer las situaciones en las que no se aplican los derechos humanos y en las que la justicia social no es accesible para todos.
- Esforzarse para superar prejuicios y pensamientos tradicionales.
- Pasar del pensamiento a la acción a través de actividades constructivas para que otras personas reciban un trato justo.