La crisis del coronavirus es una desgracia a todos los niveles, pero también tiene sus aspectos positivos. Uno de ellos es la implantación generalizada del teletrabajo, una fórmula que muchas empresas parecen haber adoptado definitivamente. Aunque tiene sus desventajas, el teletrabajo nos da libertad relativa para escoger nuestro lugar de residencia. Si hemos decidido hacer las maletas, una de las cosas que tenemos que tener en cuenta es el bolsillo. Porque los impuestos cambian entre comunidades autónomas.
El poder tributario corresponde al Estado, pero las comunidades autónomas (y las corporaciones locales) tienen autonomía financiera reconocida en el artículo 153.1 de la Constitución Española. Es decir, que puedan disponer libremente de sus recursos financieros y asignarlos a los fines establecidos en los programas de gasto. De esta forma, las comunidades tienen tributos propios (exigidos por la propia comunidad autónoma) y tributos cedidos (regulados por el Estado), excepto País Vasco y Navarra, que se regulan por el régimen foral. Veamos en qué comunidades autónomas españolas se pagan más o menos impuestos antes de recoger nuestros bártulos.
Impuesto sobre la renta
El temido impuesto sobre la renta de las personas físicas, más conocido como IRPF, es uno de los tributos más importantes de la fiscalidad española. Está cedido parcialmente a las comunidades, que tienen poder para fijar los mínimos personales y familiares y aplicar unos tipos marginales diferentes al estatal. El IRPF se divide por tramos, a los que se aplican los tipos estatales y los marginales de cada región. Es decir, que la cantidad que tenemos que pagar depende del tramo y de la comunidad autónoma.
En el tramo más bajo el año pasado (hasta 12.450 euros anuales) la región con el tipo más bajo era Extremadura (18%), mientras que Cataluña imponía el tipo más alto (21,5%). Por otro lado, en el tramo más alto (más de 60.000 euros anuales), la región donde menos impuestos se pagó fue Madrid (43%), y donde más se pagó fue en Extremadura, Asturias, Valencia y Cataluña (48%).
Impuesto de sucesiones y donaciones
El impuesto de sucesiones y donaciones es uno de los más controvertidos por su naturaleza y disparidad entre territorios. El impuesto de sucesiones está completamente cedido a las comunidades autónomas y depende de la relación que el beneficiario tiene con el difunto. Las comunidades autónomas donde menos se paga por este impuesto son Cantabria, Galicia y Andalucía, mientras que se paga más en Castilla y León, Asturias y Extremadura.
En cuanto al impuesto de donaciones, la región donde menos se paga es Cantabria, seguida de Madrid, Andalucía y Murcia. Por el contrario, donde más se paga es en Castilla y León y Extremadura.
Impuesto sobre el patrimonio
El impuesto sobre el patrimonio supuestamente grava la riqueza de las personas físicas. Solo afecta a unas 200.000 personas en España, puesto que este tributo solo lo pagan aquellos que tengan una fortuna superior a 700.000 euros. Este impuesto también funciona por tramos, a los que se aplican unos tipos que van desde el 0% (Madrid) al 2,7% (Extremadura).
Impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados
El impuesto sobre actos jurídicos documentados y transmisiones patrimoniales (ITPyAJD) gravan las compraventas de viviendas y están cedidos a las comunidades. El ITP se aplica a las trasmisiones entre particulares. La mayoría de las comunidades aplican un tipo máximo del 7%, aunque Asturias, Cataluña o Extremadura lo ha elevado entre el 10% y el 11%. Donde menos se paga es en Madrid y Navarra, donde el tipo es del 6%.
Por otro lado, el AJD (que grava los movimientos notariales), se mueve entre el 0,5% del País Vasco o Navarra, el 0,75% de Canarias y Madrid, el 1% de La Rioja y el 1,2% de Asturias. El resto de comunidades pagan el 1,5%.
Impuestos propios de cada comunidad
Las comunidades autónomas tienen potestad para crear sus propios impuestos con la finalidad de adaptar el sistema tributario a sus circunstancias características. No obstante, estos impuestos no pueden gravar hechos imponibles ya gravados por impuestos del Estado, y tampoco se pueden aplicar a empresas que desarrollen su actividad en varias regiones autonómicas.
A partir de aquí, las comunidades autónomas se las ingenian para crear sus impuestos propios, como el impuesto sobre las estancias turísticas, el canon eólico o el impuesto sobre el juego del bingo. Hay más de 70 tipos diferentes de impuestos propios, aunque muchos están destinados a la protección del medioambiente. El año pasado, Cataluña fue la comunidad con más impuestos propios, con un total de 18. En el otro lado de la balanza está Castilla y León, con solo dos impuestos propios.
Entonces, ¿en qué comunidades autónomas se pagan menos impuestos?
Con carácter general, las comunidades autónomas donde más impuestos se pagan son Cataluña, la Comunidad Valenciana, Asturias y Extremadura. Por otro lado, las comunidades autónomas donde se pagan menos impuestos son Andalucía, la Región de Murcia y la Comunidad de Madrid. Además, el año pasado las comunidades autónomas que más subieron los impuestos fueron Canarias, La Rioja y Cataluña.
El Gobierno tenía planificado debatir la reforma de la financiación autonómica para armonizar los impuestos de las comunidades autónomas a finales del año pasado. Pero llegó la pandemia del coronavirus y el resto es historia.