Supuestamente, los impuestos sirven para facilitar una redistribución de la renta de manera equitativa. Por eso, en teoría, quien más tiene, más paga. Uno de los impuestos que grava la riqueza es el impuesto sobre el patrimonio. ¿Pero quién tiene que pagar este impuesto y por qué?
¿Qué es el impuesto del patrimonio?
El impuesto sobre el patrimonio es un impuesto de carácter directo, general, personal y progresivo que grava el patrimonio neto de las personas físicas. En este sentido, se entiende que el patrimonio neto de una persona física es el conjunto de bienes y derechos de contenido económico de los que sea titular.
Es decir, se grava lo que se tiene, no lo que se ha ganado durante el ejercicio. Pero a esta cantidad hay que deducir "las cargas y gravámenes que disminuyan su valor, así como de las deudas y obligaciones personales" del titular, según la Agencia Tributaria.
Se trata de un impuesto de carácter estatal, pero el rendimiento producido está cedido a la comunidad autónoma donde se devenga, así como ciertas competencias normativas. Este impuesto se devenga el día 31 de diciembre de cada año y afecta a la totalidad del patrimonio que sea titularidad del sujeto pasivo en esa fecha. Esto significa que, si una persona fallece un día distinto del 31 de diciembre, el impuesto no se devengará en ese ejercicio.
¿Quién tiene que pagar el impuesto del patrimonio?
Los sujetos pasivos del impuesto del patrimonio son las personas físicas que sean titulares de bienes y derechos en el momento de devengo del impuesto. Existen dos tipos de obligaciones:
- Obligación personal. Afecta a los residentes en territorio español que tributan por la totalidad e su patrimonio.
- Obligación real. Corresponde a los no residentes en territorio español que tributan solo por los bienes localizados en España o los derechos que se ejercitan en el país.
El mínimo exento es de 700.000 euros (aunque en la Comunidad de Madrid está bonificado al 100%), y tampoco tributan los primeros 300.000 euros del valor de la vivienda habitual. En otras palabras, este impuesto solo lo pagan aquellos que posean una fortuna superior a 700.000 euros.
En principio, solo están obligados a declarar los sujetos pasivos que obtengan como resultado una cuota a ingresar. No obstante, aunque la cuota resulte negativa, también tendrán que pagar este impuesto los contribuyentes cuyo patrimonio calculado según lo dispuesto en la Ley 19/1991, de 6 de junio, del Impuesto sobre el Patrimonio, sea superior a 2.000.000 millones de euros.
¿Qué tipo de bienes se incluyen en el patrimonio neto?
El patrimonio neto son los bienes y derechos de un sujeto menos las cargas y los gravámenes (sin tener en cuenta las cantidades avaladas ni las hipotecas). En concreto, para calcular el valor del patrimonio se tienen en cuenta:
- Bienes inmuebles.
- Actividades económicas.
- Depósitos bancarios.
- Valores negociados en mercados organizados.
- Valores no negociados en mercados organizados.
- Seguros de vida y rentas temporales y vitalicias.
- Derechos reales.
- Joyas, pieles y vehículos.
- Objetos de arte o antigüedades.
- Derechos reales y concesiones administrativas.
- Derechos derivados de la propiedad intelectual e industrial si se han adquirido de terceros.
El ajuar doméstico está exento. Esto es, los muebles, utensilios domésticos y efectos personales y del hogar.