¿Estás pensando en renegociar las condiciones de tu hipoteca variable para pasarte a una de tipo fijo? ¿Es una buena idea? ¿La operación es rentable o es mejor quedarse a la merced de las fluctuaciones del euríbor?
¿Debería cambiar mi hipoteca?
El euríbor no nos da tregua. Este año, el índice de referencia más utilizado para calcular las hipotecas variables ha abandonado la zona negativa para marcar máximos que no veíamos desde 2012. Por lo tanto, son muchos los que han decidido cambiar su hipoteca variable por una fija.
Sin embargo, las hipotecas a tipo fijo tampoco están pasando por su mejor momento. Si bien es cierto que, en principio, la subida del euríbor no debería afectar a su cálculo, en realidad los bancos están aprovechando la coyuntura para subir también el precio de las nuevas hipotecas fijas. Es más, algunas entidades (como Kutxabank) ya han empezado a retirar de su carta de servicios las hipotecas fijas.
Y eso no es todo. Para cambiar de hipoteca hay que realizar una novación, una cancelación o una subrogación hipotecaria. Y cualquiera de estas opciones tiene un coste. Por lo tanto, ¿compensa hacer el cambio?
¿Hasta cuándo será rentable cambiar una hipoteca variable a una de tipo fijo?
Según indican desde la Agencia Negociadora, cambiar de una hipoteca variable a otra fija sigue siendo rentable ahora mismo. Sin embargo, esta ventaja solo estará disponible hasta finales de año, a medida que la guerra hipotecaria se centra en la oferta a tipo variable.
Si ya era difícil encontrar hipotecas fijas por debajo del 2% TIN, se espera que en los próximos meses suban hasta el 2,5% para compensar la balanza entre las diferentes clases de hipotecas. Y, obviamente, muchos usuarios se van a decantar por una hipoteca variable ante estas condiciones.
Teniendo en cuenta las previsiones de la organización, el número de hipotecas fijas descenderá alrededor de un 5% según va aumentado su precio. Y es que llegará un punto en el que dejarán de ser competitivas, cediendo un mayor espacio para las hipotecas mixtas y variables. Es más, cuanto más suba el euríbor, mayor será la expectativa de bajadas futuras de las hipotecas a tipo variable.
Según Rastreator, cambiar de una hipoteca a otra y de entidad bancaria podría suponer un ahorro de unos 30.000 euros. Sin embargo, antes de lanzarse a esta piscina es necesario comprobar con lupa las condiciones, repasar la letra pequeña y calcular cuidadosamente todos los gastos asociados. Al fin y al cabo, nadie regala dinero, y los bancos mucho menos.