Hace algunas semanas saltó a la prensa la noticia de que un equipo de científicos británicos, japoneses y estadounidenses había encontrado indicios de vida en Venus. Mientras algunos medios corrían a ponerse el gorrito de papel de aluminio y otros clamaban a los cuatro vientos que no estamos solos en el universo, los científicos intentaron imponer la cordura. No, no se han detectado vestigios de vida alienígena en Venus. Veamos qué significa realmente este peculiar hallazgo.
"Pedos" de alienígenas en Venus
Utilizando potentes telescopios, los astrónomos han detectado una importante cantidad fosfina en la parte más alta de la atmósfera tóxica del planeta Venus, es decir, en las nubes. La fosfina es una rara molécula que en la Tierra solo puede producirse de forma industrial o por algunas bacterias que no necesitan oxígeno para sobrevivir.
Este gas inflamable e incoloro tiene un olor similar al ajo o al pescado podrido, lo que llevó a un periodista a declarar que Clara Sousa-Silva (una de las astrofísicas del equipo que ha hecho el descubrimiento) es una "detectora de pedos de alienígenas". Para ella es una descripción bastante precisa. ¿Pero qué tiene que ver la fosfina con los posibles indicios de vida en Venus?
Lo interesante de la fosfina es que es un gas que se produce de forma natural cuando se degrada la materia orgánica. En algunos contextos se puede entender como una señal de vida en el planeta, especialmente en exoplanetas templados. Pero el hallazgo de fosfina no tiene por qué significar que haya vida en Venus. De hecho, tampoco es algo extraordinario en los planetas del sistema solar, puesto que la sonda Cassini ya detectó fosfina en las atmósferas de Júpiter y Saturno.
¿Qué sabemos realmente sobre los indicios de vida en Venus?
El hallazgo de los astrónomos ha sido publicado en la revista Nature. En el estudio los autores indican que, tras haber repasado todos los procesos posibles que podrían producir fosfina en un planeta rocoso, no han sido capaces de explicarlos sin introducir un tipo de vida en la ecuación. Y es que la cantidad de fosfina que han detectado es 10.000 veces mayor que la que se produciría por un proceso abiótico.
En otras palabras, "esto significa que se trataría de vida o de algún tipo de proceso físico o químico que no esperaríamos que ocurriera en planetas rocosos", asegura el astrobiólogo Janusz Petkowski, coautor del estudio. "Si no se trata de vida, entonces nuestra comprensión de los planetas rocosos es muy deficiente". El siguiente paso sería ahora más tiempo de observación el telescopio James Clerk Maxwell (JCMT) de Hawái y una futura misión espacial de la NASA para tomar muestras de las nubes venusianas.
Para que nos entendamos, no es que se haya encontrado vida extraterrestre en Venus, sino que se ha detectado un gas en sus nubes que podría indicar de forma indirecta la posible existencia de ciertos organismos en el planeta. Además, la posible vida hallada en las nubes Venus sería, en todo caso, vida microbiana. De ser así, sería el primer lugar fuera de la Tierra donde se encuentra vida, un descubrimiento fascinante. Ahora bien, todavía no hay nada demostrado, y no sería la primera vez que un hallazgo así se queda en agua de borrajas.
¿Podría haber vida en Venus?
No sabemos con seguridad si ha habido o habrá vida en Venus. Pero lo que sí sabemos es que la temperatura media en ese planeta supera los 450 ºC y que tiene una presión atmosférica 90 veces superior a la de la Tierra. Además, sus nubes están compuestas en un 90% por ácido sulfúrico. En estas condiciones parece difícil que exista vida.
Sin embargo, estos datos derivan del preocupante efecto invernadero que asola el planeta. Los científicos aseguran que Venus fue habitable en algún momento de la historia. El astrónomo Carl Sagan y el biofísico Harold Morowitz desarrollaron en 1967 la hipótesis de que podrían haber existido ciertos extremófilos que podrían habitar en su atmósfera a unos 55 kilómetros del suelo con unas temperaturas entre 20 y 30 ºC. Pero no hay ninguna prueba al respecto.