Hace ya tiempo que las máquinas están sustituyendo a los humanos en algunos empleos. Donde antes había un taquillero vendiendo entradas, ahora hay una máquina expendedora. Donde antes había cinco hombres arando el campo, ahora hay una motoazada. Y podríamos seguir así con innumerables ejemplos. ¿Pero son un peligro los robots para el futuro de nuestro trabajo?
Pensemos por un momento en la época actual. Aquellos que superamos la veintena crecimos con teléfonos de disco, un televisor con un único canal (¡y en blanco y negro!) y cocinas de gas. Todo esto es impensable para los más jóvenes, aunque debemos reconocer que la mayoría de los avances tecnológicos nos han hecho la vida más fácil.
Pero lo que más nos preocupa al respecto es si corremos el riesgo de ser sustituidos por un robot que hará nuestro trabajo en un futuro cercano. De hecho, muchos avanzan que los robots pasarán a ser nuestros jefes, un argumento que se soporta en el aumento del uso de la IA (inteligencia artificial) en los empleos. Veamos los razonamientos a favor y en contra.
¿Por qué los robots podrían hacer nuestro trabajo en el futuro?
Según estudio publicado por la empresa de soluciones en la nube Oracle Corporation, la gran mayoría de los empleados considera un robot podría realizar algunas tareas mejor que su jefe. Y más de la mitad se muestran conformes con estos futuribles compañeros de trabajo.
¿Pero qué hay de cierto en estas palabras? No hay duda de que las máquinas y la inteligencia artificial son mucho más eficaces para recopilar datos sobre empleados, clientes y potenciales clientes. De hecho, las partes más tediosas del proceso de ventas las puede hacer un robot o un programa informático, y en mucho menos tiempo.
Por otro lado, los robots son también más eficientes para gestionar respuestas de atención al cliente. Un ejemplo son los chatbots de las páginas web, que consiguen dar respuesta automáticamente a las preguntas más habituales de los clientes, evitando llamadas o correos electrónicos.
Asimismo, formar un equipo de trabajo a gran escala no es fácil para nadie. En las plataformas de empleo se registran miles de solicitudes en cada oferta. Para procesar toda esa información, un algoritmo o un proceso automatizado siempre será más eficiente para ayudar al departamento de recursos humanos a encontrar al candidato ideal.
¿Por qué los robots no podrían hacer nuestro trabajo en el futuro?
Sí, ha quedado claro que los robots podrían hacer en el futuro (y ahora) todo o parte de nuestro trabajo. Sin embargo, nunca podrán sustituirnos completamente, como auguran las películas apocalípticas. Aunque es cierto que las máquinas son más eficientes que las personas para realizar ciertas tareas, hay otras en las que los humanos son insustituibles.
Para empezar, un robot puede ser maravilloso a la hora de realizar actividades automatizadas, pero la gestión emocional siempre será cosa de las personas. Podemos programar un robot para que muestre emociones, pero hasta que las sienta aún queda un largo camino por delante.
Además, las decisiones emocionales y el calor humano son imprescindibles para crear la cultura de trabajo y los valores que definen una marca. Sin un humano detrás que planifique, programe y prepare las tareas, un robot no podrá hacer gran cosa. Al menos de momento.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta que los robots pueden ser grandes aliados en el trabajo del futuro (e incluso compañeros de trabajo). Si las máquinas se encargan del trabajo duro, las personas pueden dedicarse a desarrollar las habilidades en las que el factor humano es determinante, como el liderazgo, la enseñanza, la creatividad, la comunicación o la inteligencia emocional.