Se acaba tu jornada laboral. Apagas el ordenador, sales por la puerta de la oficina y te olvidas de llamadas, papeleos, clientes, emails y demás. ¿O no? Todos los trabajadores tienen derecho a la desconexión digital. ¿Pero en qué consiste este derecho y cómo se regula?
¿En qué consiste el derecho a la desconexión digital?
Jornadas de trabajo interminables hasta horas intempestivas, correos electrónicos que se contestan de madrugada, llamadas los findes de semana, reuniones virtuales fuera del horario laboral... Con la pandemia del coronavirus y el auge del teletrabajo, el derecho a la desconexión digital se ha popularizado. Y es que los avances tecnológicos nos hacen la vida más sencilla, pero también nos hacen estar disponibles 24/7.
El derecho a la desconexión digital en el ámbito laboral es el derecho que tienen todos los trabajadores a no contestar mensajes, llamadas, videollamadas, correos electrónicos o cualquier otro tipo de comunicación fuera de su horario laboral. Este derecho se regula en el artículo 88 de Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales.
De esta forma, se obliga a jefes, directivos, supervisores y empresarios a respetar el tiempo de descanso, las vacaciones y los permisos laborales de sus trabajadores, así como su intimidad personal y familiar. Además, la ley también impone a las empresas la obligatoriedad de establecer una política interna de desconexión digital, "previa audiencia de los representantes de los trabajadores".
Por otro lado, se debe formar y sensibilizar al personal para hacer un uso razonable de las herramientas tecnológicas con el fin de evitar el riesgo de fatiga informática. Como vemos, la famosa fatiga de Zoom no es nueva.
El derecho a la desconexión digital, una necesidad imperiosa con la pandemia del coronavirus
Por lo tanto, el derecho a la desconexión digital es cosa de las empresas, pero también de los trabajadores. Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 ha hecho que sea más difícil desconectar. Todos estábamos más pendientes de los dispositivos digitales, tanto para teletrabajar como para estar en contacto con nuestros seres queridos y para mantenernos informados de las últimas noticias.
La desconexión no tardó en convertirse en una necesidad general. Para evitar vulneraciones del derecho a la desconexión digital en el ámbito del teletrabajo, el Gobierno aprobó el Real Decreto Ley 28/2020, de 22 de septiembre, de trabajo a distancia. Entre otras medidas, la ley del teletrabajo garantiza el derecho a la desconexión digital.
Los riesgos de estar siempre disponibles
El miedo a perder el trabajo y la cultura de la presencialidad que impera en países como España conllevan que nos cueste desconectar. Pero los expertos advierten de que no hay que confundir la responsabilidad profesional con la esclavitud digital.
Se trata de un problema bastante serio. A mediados de 2020, la consultora tecnológica Capgemini indicaba que los trabajadores se sentían más cansados. De ellos, el 56% alegaba la conexión permanente como causa principal.
Asimismo, la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound) afirma que las personas que teletrabajan corren más riesgo de trabajar por encima del límite máximo de 48 horas semanales y de descansar menos del periodo mínimo de 11 horas entre jornadas. A esto se añade un estudio de GlobalWebIndex, que asegura que el 74% de los teletrabajadores miran su correo profesional fuera de la jornada laboral, frente al 56% del resto de trabajadores.
Para los expertos, se debe crear un entorno de confianza dentro de las empresas y dar autonomía a los empleados. Pero lo más importante es buscar una nueva cultura laboral. El objetivo es que cada empresa desarrolle una política de desconexión digital que garantice el bienestar de los trabajadores.