Casi todos los trabajadores sueñan con su jubilación y la etapa dorada que les abre. Después de muchos años trabajando, por fin llega el momento de descansar, dar de comer a las palomas, cuidar de los nietos y mirar las obras apaciblemente sin ser esclavos del sonido del despertador. Ahí juega un papel esencial la pensión. Veamos qué es la pensión contributiva, en qué casos se concede y quién tiene derecho a cobrarla.
¿Qué es la pensión contributiva?
La pensión contributiva es una prestación económica y de duración indefinida (con ciertas excepciones) que se concede a los trabajadores que tienen una relación jurídica previa con la Seguridad Social. Dentro de la acción protectora del Régimen General y de los Regímenes Especiales de la Seguridad Social, se incluyen las siguientes pensiones:
- Por jubilación.
- Por incapacidad permanente: total, absoluta y gran invalidez.
- Y por fallecimiento: viudedad, orfandad y en favor de familiares.
Por otro lado, dentro de la acción protectora del Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez (SOVI), se incluyen las pensiones de vejez, invalidez y viudedad.
Para cobrar una pensión contributiva se ha de acreditar un periodo mínimo de cotización, además de cumplir otros requisitos. La cuantía de la pensión se determina en función de las aportaciones realizadas por el trabajador y el empresario en su nombre.
Y ahora la mala noticia. La publicación de la nómina de las pensiones relativa al 1 de enero de 2021 reveló que en el año 2020 el sistema registró casi 65.000 bajas más que el año pasado como consecuencia directa de la crisis del coronavirus. Eso se traduce que en 2020 causaron baja 517.924 pensiones.
¿Quién tiene derecho a cobrar una pensión contributiva de jubilación?
Para cobrar una pensión de jubilación se han de cumplir una serie de requisitos. Son los siguientes:
- Afiliación y alta en el Régimen General de la Seguridad Social o estar en una situación asimilada a la de alta.
- Tener 67 años, o bien 65 años si se acreditan 38 años y medio de cotización.
- Periodo mínimo de cotización de 15 años, de los cuales al menos dos deben estar comprendidos dentro de los 15 años anteriores al momento de tener derecho a la pensión contributiva de jubilación.
¿En que se diferencian las pensiones contributivas de las pensiones no contributivas?
Tanto las pensiones contributivas como las pensiones no contributivas se conceden en los casos de jubilación e invalidez. Sin embargo, solo las pensiones contributivas cubren la incapacidad permanente (total, absoluta y gran invalidez) y el fallecimiento (viudedad y orfandad en favor de familiares). Además, en las no contributivas es independiente si se ha cotizado o no a la Seguridad Social.
También se diferencian en cuanto a la cuantía. Para empezar, las que suben más suelen ser las no contributivas. Asimismo, en las pensiones contributivas la cuantía de la prestación depende de las bases de cotización y los años cotizados, siendo el mínimo de 689,65 euros y el máximo de 2.707,49 euros mensuales en 14 pagas. Por otro lado, la cuantía de las pensiones no contributivas depende de las rentas personales de los beneficiarios y de su unidad de convivencia, siendo el mínimo de 402,80 euros mensuales en 14 pagas.