La hipoteca es uno de esos males necesarios que la gran mayoría de las personas tiene que aceptar si quiere comprar una vivienda. La amortización anticipada nos permite hacer una aportación extraordinaria (además de la cuota mensual), pudiendo reducir la deuda total o el plazo. ¿Pero cuál de las dos opciones es más aconsejable?
¿Es mejor reducir el plazo o la cuota al amortizar la hipoteca?
Imagina que este mes, por lo que sea, se han alineado los astros y has conseguido ahorrar más dinero del que habías previsto. Si tienes una casa a medias de pagar, es muy probable que quieras dedicar ese dinero a amortizar la hipoteca. Sin embargo, la amortización anticipada de la hipoteca nos permite acortar el plazo o reducir la deuda de la cuota. ¿Cuál es la mejor opción?
Reducir el importe de la deuda del préstamo hipotecario implica que la cuota mensual disminuye. Esto significa que tendremos que pagar menos intereses y unas cuotas más pequeñas, aunque el plazo de devolución del préstamo permanece igual.
Por otro lado, reducir el plazo de amortización de la hipoteca sirve para acortar el número de cuotas que hay que pagar a lo largo del préstamo hipotecario. Es decir, que la cuota mensual se mantiene, pero tendremos que abonar menos plazos.
¿Y entonces qué?
¿Debería reducir la cuota o acortar el plazo de la hipoteca al hacer una amortización? La respuesta a este dilema no es sencilla. Y, como suele ocurrir en estos casos, lo mejor es buscarla en nosotros mismos.
Si lo que nos interesa es devolver el dinero cuanto antes para pagar la hipoteca en menos tiempo, la mejor opción es reducir el plazo. Sin embargo, si lo que queremos es pagar cuotas mensuales más cómodas, deberíamos reducir la cuota.
En concreto, reducir la cuota puede ser especialmente interesante si algunos meses nos resulta complicado reunir el dinero necesario para pagar la hipoteca. Si la mensualidad es más pequeña, será más fácil pagarla. Es más, si algún mes vamos muy justos, podremos incluso recurrir a los créditos online para pagar de manera más desahogada. No obstante, conviene recordar que este tipo de financiación es solo para inconvenientes puntuales. Si tenemos problemas para pagar la hipoteca mes a mes, deberíamos negociar con el banco para estudiar otras alternativas.